Su llegada nos ha causado una grandísima alegría, y ha avivado muchos y buenos recuerdos. Nos sigue pareciendo un milagro, como hace ocho años, la precisión del cuerpo humano, capaz de crear, hacer crecer y provocar la salida al mundo de otro ser.
Nos parece mágico que el proceso sea siempre en singular y que, a pesar de saber cómo acabará, se pueda mantener el suspense (la fecha, la hora, el contexto, los acontecimientos, los rasgos, el sexo); que la expectativa nos mantenga en vilo (¡¡y en vela, también!!) y que recibir la noticia nos emocione; que desde el primer segundo, él se convierta en un ser único, bello y frágil pero también luchador y pleno de vida.
Es emocionante pensar que no habrá en toda la historia de la humanidad una máquina que pueda igualarse al ser humano y cualquiera que podamos idear para ayudar en el proceso de la vida no podrá borrar la expectativa y la emoción que conlleva ese gesto natural. Y pensar que venimos al mundo sin manual de instrucciones...
Bienvenido, JP. No sabemos si llegaste con un pan debajo del brazo, como marca la tradición, pero no me cabe duda que aprovechaste estos meses para hacer un curso a distancia de diplomacia: se te nota en la pericia que tienes para saber llegar en el momento justo y no hacer sufrir demasiado a los que te esperábamos. Nosotros te deseamos una vida llena de miga, alegrías y mucha salud. Y a tus papás, muchas felicidades y energía para criarte.
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El origen de la frase hecha, nacer con un pan debajo del brazo, procede de la cultura campesina y está relacionado con la fortuna que, en los tiempos de escasez, advenía a una familia con el nacimiento de un hijo varón. El nacimiento de un nuevo miembro en la familia era considerado de manera optimista, ya que significaba una nueva fuente de trabajo y de ingresos, lo que es decir una nueva forma de prosperar y de aumentar la hacienda.
Hoy he puesto en la panificadora un paquete de pan casero Harimsa, con levadura Fermipan, y he seleccionado programa 1 y corteza poco tostada. Pero hacer un pan no deja de ser un simple gesto mecánico,... ni punto de comparación en belleza y emoción.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Con un pan debajo del brazo
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