Paseando por el casco antiguo de la ciudad de Palma, he vuelto hoy al convento de Santa Clara y no he podido resistir la tentación de comprar estos Mordiscos de almendra, que elaboran artesanalmente las clarisas. Ya os hablé hace semanas de estas delicias, cuando compré flores de azahar. Si curiosos son los dulces -y sus nombres- no menos curioso es el torno que utilizan para efectuar la venta. Para quién desconozca la función de esta pieza, el torno es un armazón giratorio, compuesto de varios tableros verticales que concurren en un eje, y de un suelo y un techo circulares, que se ajusta al hueco de una pared. Este elemento facilitaba que se pudieran pasar objetos de una estancia a otra a pesar de que las personas que lo daban o recibían no se pudieran ver, salvaguardando así la clausura de las moradoras. El de Santa Clara data del siglo XIX aunque probablemente sustituya a otros predecesores.
En algunos conventos, desconozco si fue el caso de Santa Clara, wl torno tenía otro uso, que explican perfectamente aquí: "uno de los usos que, en la antigüedad, se le daba a estos tornos era el de recoger expósitos o niños recién nacidos abandonados y confiados a un establecimiento benéfico. Junto al torno había siempre una Hermana destinada a recoger a la criatura, acudiendo rápidamente al sonido de la campanilla u otra señal".
Hoy me he fijado que las cajas incluyen un listado de los dulces que elaboran así como los ingredientes que cada uno contienen. Échale un vistazo y si hay alguno que te apetezca, aquí tienes a una aprendiz de panadera dispuesta a probarlo en tu nombre. :-) Luis Cernuda afirmó en una ocasión: "Comer un dulce de convento de clausura es como morder los labios de un Ángel". Yo sin llegar a tanto, os confirmo que los que he probado están deliciosos e imagino que los restantes también.
Mordiscos de almendras: harina, azúcar, manteca, almendras, aceite, huevos y anís.
Roscos de anís: harina, anís, aceite, azúcar y gaseosa.
Corazones dulces: harina, manteca, vino dulce moscatel, aceite y azúcar.
Gotas de limón: harina, azúcar, mantequilla, huevo, limón, leche y levadura.
Flor de azahar: harina, mantequilla, azúcar, agua de azahar y sal.
Flor de vainilla: harina, mantequilla, azúcar y extracto de vainilla.
Coquitos: coco rallado, azúcar y huevo.
Lunas de café: harina, azúcar, mantequilla, huevo y café.
Panellets: almendra, azúcar, frutos secos, huevos, canela y limón.
Mantecados: harina, manteca, azúcar, mistela, limón y canela.
La repostería del Monasterio de Santa Clara de Palma se puede adquirir en el propio convento, situado en la Calle Fonollar, 2 de Palma, teléfono 971710061. Y por supuesto, otros muchos conventos españoles mantienen esta tradición de vender dulces elaborados por las propias monjas, como bien nos cuentan en el blogElAlbayzinero-UNESCO, que repasa los dulces conventuales andaluces.
Si tu quieres aprender a preparar dulces tan exquisitos como los de las clarisas palmesanas te recomiendo estas dos actividades:
1.- echarle un vistazo al libro La cuina conventual a Mallorca: espais, costumari, receptes, de Jaume Llabrés, Aina Pascual, Roser Ramos, Miquel Sbert y Donald G. Murray, publicado por Olañeta Editor (2006).
2.- asistir a una de las visitas guiadas centradas en la repostería conventual y de navidad que hace dos años que empezaron a realizar en Palma. Inscripciones: teléfono 971 720 720.
2 comentarios:
No sé ben bé com he vingut a parar al teu blog, que encara no coneixia!
Veig que hi tens coses mooooolt interessants, ara mateix m'hi passejo una estona :)
El "perquè" d'aquest blog m'ha agradat molt :)
Gracias por tus comentarios, Gemma. Yo tampoco conocía tu blog La cuina de casa, aunque a partir de ahora prometo seguirte la pista. Te acabo de añadir a mi blogroll.
Saludos!
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