sábado, 31 de enero de 2009

Sin gluten

¿Alguna vez te has planteado qué pasaría en tu vida si te dijeran que puedes ser celíaco o celíaca? Pues honestamente, yo sí, esta misma semana. No hay nada confirmado, y probablemente no lo sea, pero indudablemente la eventual celiaquía ha generado un maremoto de reflexiones. Entre ellas, ¡qué contrasentido, ser una aprendiz de panadera celíaca! Yo veo ambos extremos, desde el chiste de 'el colmo de los colmos', hasta la oportunidad de reorientar mi blog (y mi vida, qué remedio). El destino es eso, algo ineludible, que irremediablemente te fuerza a convivir con las eventuales suertes y desdichas que te han sido deparadas.

Justamente en mitad de mis divagaciones, me encuentro con este relato de Marta Cardona y, en el periódico, con una buena noticia para la comunidad celíaca balear:

"La odisea de comer sin gluten"
EIVISSA | MARTA TORRES

Las personas con intolerancia al gluten no pueden comprar el pan en una panadería.

La delegación de Eivissa de la Asociación de Celíacos de Balears pone en marcha un blog que ofrece información a las personas con esta intolerancia. Los afectados recuerdan que siguen esperando las ayudas que les prometió la conselleria balear de Salud

Niños que acuden a una fiesta de cumpleaños con su propio pastel en una fiambrera, familias que no pueden ir a comer a un restaurante y personas que deben robar tiempo al día para elaborarse su propio pan. Así es, de momento, la vida de las personas celíacas, esto es, que no pueden consumir ningún alimento que contenga gluten. Hasta algo tan cotidiano como hacer la compra es complicado para ellos. Deben mirar bien las etiquetas de los productos para asegurarse
de que no contienen esta proteína y adquirir alimentos en tiendas especializadas, donde son mucho más caros que en el súper de la esquina de casa.

Ni pan. Ni pasta. Ni una galleta. Ni paté. Ni siquiera un poquito de jamón york. Las personas celíacas no pueden consumir ninguno de estos productos sin leer con atención las etiquetas. Y a veces, ni siquiera haciéndolo y asegurándose de que pone «sin gluten». Consumir esta proteína para las personas que sufren esta intolerancia permanente ocasiona desde una descomposición estomacal que puede prolongarse durante una semana, hasta un posible cáncer a largo plazo.

Pues con no comer gluten ya está, pensará más de uno. Efectivamente, esa es la solución. Pero no es tan fácil ponerla en práctica. De hecho, vivir sin probar esta sustancia es mucho más complicado de lo que pueda parecer. Toda una odisea de la que la delegación de Eivissa de la Asociación de Celíacos de Balears quiere que la sociedad pitiusa sea consciente.

Un niño con celiaquía, por ejemplo, tiene que llevarse su propia merienda a una fiesta de cumpleaños, ya que no puede probar la tarta ni los bocadillos que seguramente habrán preparado. En el último año nutricionistas del Ib-Salut han ofrecido varias conferencias a los trabajadores de los comedores escolares para explicarles las precauciones que deben tomar cuando preparen comida para estos niños. Los padres tienen que hacer un enorme esfuerzo para conseguir que estos pequeños sean conscientes de su enfermedad y aprendan a no comer nada de lo que les ofrezcan sus amigos.

Nada de restaurantes
De momento, cenar o comer en un restaurante tampoco es una posibilidad para ellos, ya que la práctica totalidad de los establecimientos de la isla no cuentan con las instalaciones necesarias para poder cocinar para celíacos. Y es que no se trata sólo de utilizar productos especiales. No se puede, por ejemplo, remover una olla de pasta sin gluten con la misma cuchara que antes se ha metido en la cazuela en la que se está cociendo pasta normal. Hasta las partículas de harina que queden en la cocina después de rebozar algún alimento pueden contaminar la comida preparada para una persona celíaca.

«Lo de comer fuera de casa es toda una aventura. Esta Navidad tuve una mala experiencia en un restaurante durante una comida familiar. Sé que hicieron todo lo posible, pero no fue suficiente», explica Pepa Tur, la presidenta de la delegación de Eivissa de la Asociación de Celíacos de Balears. «Los cocineros de hoy en día están muy bien informados, casi todos saben lo que es, pero falta que sepan algunas cosas», añade la presidenta.

Hasta hacer la compra es más complicado para una familia con algún miembro celíaco. Y más caro. «Tardas mucho más porque tienes que mirar bien las etiquetas y, además, tienes que ir a tiendas especializadas para encontrar algunos productos», explica Pepa Tur, que lamenta que, de momento, no hayan llegado las ayudas que prometió la conselleria balear de Salud para paliar el coste extra que representa para estas personas tener que adquirir productos específicos, mucho más caros que los que tienen gluten. De hecho, un paquete de pasta especial es el doble de caro que el que compraría cualquier persona sin celiaquía.

Pepa Tur confiesa que, siempre que puede, se convierte en panadera. Hacer su propio pan es la única manera de sentirse segura de que está comiendo algo que no le va a hacer daño ni a ella ni a su hijo. Eso sí, para eso debe tener tiempo. «Cuesta el doble de trabajo hacer la compra y además te tienes que hacer el pan», comenta resignada.

Sin tratamiento

La celiaquía no puede curarse y el único tratamiento posible es mantener una dieta sin gluten.

Coste anual
Los afectados calculan que mantener esta dieta les supone cada año gastar 1.400 euros más en alimentación que una persona sin esta intolerancia permanente.

Etiquetado de alimentos
A pesar de que muchos productos llevan la indicación ´sin gluten´, los afectados acuden a los supermercados con las listas que elaboran las asociaciones de celíacos, ya que algunos de los alimentos supuestamente libres de esta proteína tienen más proporción de la recomendada.

Consejos y recetas en un solo clic

La delegación de Eivissa de la Asociación de Celíacos de Balears acaba de poner en marcha un blog www.ibizasingluten.blogspot.com que esperan que sirva para que las personas con esta enfermedad resuelvan dudas y encuentren consejos de la manera más fácil posible. La idea surgió este verano. «Un día en Sant Antoni una mujer me vio con una bolsa de una tienda especializada y me preguntó dónde estaba. Pasaba las vacaciones aquí, tenía un hijo celíaco y no sabía dónde comprar alimentos sin gluten. Otro día, en la playa, al sacar un paquete de galletas, unos alemanes que estaban al lado también llevaban dulces sin gluten», explica Pepa Tur, la presidenta de la asociación en Eivissa. En este espacio irán colgando recetas, los proyectos de la asociación y las tiendas en las que pueden encontrarse productos especiales.


Fuente: Diario de Ibiza, jueves 29 de enero de 2009.
http://www.diariodeibiza.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009012900_2_302924__PitisesiBalears-odisea-comer-gluten
http://www.diariodeibiza.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009012900_2_302925__Pitises-i-Balears-Consejos-recetas-solo-clic

4 comentarios:

Lastienditas dijo...

Pues vaya! Ironías de la vida...aunque todo sea para mejorar tu salud...
¿Quieres que te cuente otro colmo de los colmos? En S.S hay una panaderia en la que la hija del dueño- panadera también- es celíaca. Imagínate ya tan solo el contacto tan cercano con las harinas...y ni pensar en comerse nada!
Un beso.

Anónimo dijo...

Gracias guapa, ya te contaré como acaba el tema. De confirmarse, será un planchazo sin duda... besos!
aprendizdepanadera

La cuina vermella dijo...

Ostres noia quina merda! quan sabràs els resultats? des de casa els vermells t'enviem tota la força del món i ens encomanem als déus perquè tot sigui un ensurt.
Estimada energia i força!

Anónimo dijo...

Buenas noticias, inicialmente se descarta la celiaquía :-)