sábado, 13 de octubre de 2007

Fallido experimento 002

Tras una lectura a fondo de las instrucciones de la nueva panificadora ELTA BA 123, me aventuro a preparar la receta que aparece en el manual como Su primer pan: 310 ml de agua, 560 g de harina blanca fuerte (que yo interpreto como harina de fuerza), 2 cucharas soperas de azucar, 2 cucharas soperas de mantequilla o margarina, 2 cucharas soperas de sal y 1 2 1/2 cucharas soperas (normalmente un sobre completo) de levadura en sobre. Respecto a la receta original, sólo cambio la mantequilla por aceite de girasol.

Utilizo el programa Básico o 1 de la máquina, tamaño 1000 gr, corteza media, que tiene una duración de 3:10 horas. Al sonar los pitidos, añado semillas de calabaza y de sésamo en abundancia.

El resultado es un pan claramente mejorable. La cara superior queda blanca, aunque los laterales están dorados. Al abrirlo, descubro que la masa ha quedado muy compactada, más cercana al mazapán que a la miga de pan. El sabor es lo peor: resulta francamente salado.
Las instrucciones de la máquina indican que la sal inhibe el trabajo de la levadura, por tanto hay que ser muy muy prudente a la hora de añadir sal no sólo para conseguir el toque exacto en el paladar, sino para conseguir que suba adecuadamente. Creo que la receta está equivocada (ver página 165) y para el caso de la sal y el azúcar debería decir cucharilla de café, no cuchara sopera. Me fijo en las otras recetas que incluye y ninguna usa tanta sal, tampoco habla de cucharadas de azúcar sino de cucharaditas (excepto cuando se trata de preparar panes dulces). Me fijo que en los demás idiomas, algunas veces dice cucharilla de té y en otras cuchara sopera, creo que el manual presenta una pésima traducción...

En fin, es el primer pan que decidimos no comer completamente. Francamente no vale la pena, será mejor poner de nuevo la máquina e intentarlo una vez más, c'est la vie...

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