"De vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas, nos pasea por las calles en volandas y nos sentimos en buenas manos. Se hace de nuestra medida, toma nuestro paso y saca un conejo de la vieja chistera. Y uno es feliz como un niño cuando sale de la escuela.
De vez en cuando la vida toma conmigo café y está tan bonita que da gusto verla. Se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena. De vez en cuando la vida se nos brinda en cueros y nos regala un sueño tan escurridizo que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo.
De vez en cuando la vida afina con el pincel, se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla. De vez en cuando la vida nos gasta una broma y nos despertamos sin saber qué pasa, chupando un palo sentados sobre una calabaza..."
(Joan Manuel Serrat)
Si la vida de vez en cuando nos besa en la boca, como canta Serrat, esta semana pasada a mí me ha regalado un beso largo, apasionado, dulce y con mucho corazón. Y es que la panadería ha estado cerrada toda la semana por gastrovacaciones o turismo gastronómico activo: clases, talleres, desayunos, tapas&vinos, compras y muchos otros pequeños placeres culinarios.
Para empezar, pasé tres días en el Atelier Cakes Haute Couture de Sitges para perfeccionar mis conocimientos sobre cupcakes y en los ratos libres estuve en las clases de galletas decoradas con glasa real de Lola's Cakes. También visité tiendas de cupcakes como Lolita Bakery, Cup&Cake y Florentine Cupcakes and Cookies. Y recorrí librerías y tiendas de cocina como Gadgets&Cuina, Solé Graells y Active Cooking.
Luego continué viaje hacia Madrid, donde he pasado cuatro días igualmente suculentos, en los que he podido visitar la feria de repostería S.U.G.A.R, preparar divertidos cakepops en Apetit'oh, asistir a un taller de panes rellenos en La Cocina de Babette y visitar algunas panaderías como Happy Day Bakery, Cupcake Madrid, (h)arina, Cosmen & Keyles y Pan Comido. Y recorrer con calma tiendas del gremio, como Comercial Minguez, The American Store y Taste of America...
En las próximas entradas os contaré más extensamente lo que he hecho, aprendido, descubierto y comprado durante este viaje pero en resumen han sido siete días mágicos, de pura felicidad, desplegando sueños, construyendo proyectos y disfrutando de tantos pequeños placeres. Curiosamente tras acabar el curso en Sitges, soñé que preparaba cupcakes, y pienso que la vida se parezca a los sueños me parece el mejor de los placeres...
¿Y a partir de ahora? Quién sabe, cuántos más pequeños placeres están por llegar...
lunes, 3 de octubre de 2011
Semana de placeres gastronómicos
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