Antes de leer esta entrada por favor mira un momento por la ventana ¿Qué tiempo hace hoy, ahora, donde estás? ¿Llueve o hace sol? Quizás no te habías parado a pensarlo, o te daba igual, pero antaño las cosas no funcionaban así. Hoy, 25 de mayo, es San Urbano y según la tradición popular mallorquina, que lloviera un día como hoy era terrible para la cosecha de cereal y para las viñas: S'aigo per Sant Urbà, lleva vi i no dóna pa. Con idénticos términos se hacía referencia al 20 de mayo, Sant Bernadí, y una variante del refrán alertaba del peligro de las bajadas de temperatura a finales de mayo: Gelades per Sant Urbà, ni vi ni pa.
El dicho popular aparece mencionado en el Diccionario catalán-valenciano-balear (DCVB), también llamado Diccionario Alcover-Moll en honor a sus creadores, Mossèn Antoni Maria Alcover - responsable también de la recopilación de las rondalles mallorquinas- y del editor Francesc de Borja Moll - fundador de la Editorial Moll-. Según reza el propio subtítulo, se trata de un "inventario lexicológico y etimológico de la lengua catalana", obra imprescindible para los lingüistas pero también de consulta para los no especialistas. Fue publicado entre 1926 y 1962, a partir de un intenso y extenso trabajo de compilación de información que se inició en 1900, cuando Mossèn Alcover publicó en Mallorca, la Lletra de Convit, o Letra de Convite a todos los amigos de la lengua catalana, en la que invitaba a quién quisiera, a colaborar a la recogida de datos para preparar este vocabulario. Numerosas personas de todo el territorio de habla catalana, una verdadera red de colaboradores que Alcover fue tejiendo mediante sus excursiones filológicas en todo el dominio lingüístico y sus relaciones con los eclesiásticos -"en el Principado de Cataluña, en el Reino de Valencia, en las islas Baleares, en el departamento francés de los Pirineo Orientales, en las Valls de Andorra, en el margen oriental de Aragón y en la ciudad de Alguer de Cerdeña"- aportaron fichas lexicográficas con las que los responsables pudieron colorear cada una de las entradas de este trabajo. El diccionario es formado por diez volúmenes, un total de 9.850 páginas que incluyen más de 160.000 artículos y numerosísimas ilustraciones. Hoy en día es consultable en formato digital, aquí.
Me emociona que una entrada de un diccionario pueda acoger tal riqueza cultural, saber popular, tradiciones y creencias, momentos cotidianos y formas de ver la vida.
Me maravilla que unas pocas letras (pa, pan, pain, bread, brot) puedan condensar una variedad tan inmensa de formas de transformación del trigo en alimento.
Me impacta que hace 110 años un hombre (mossèn Alcover) tuvo una visión y supo trazar un plan para convertir esa idea en realidad [como dijo W.J. Reddin, un objetivo sin un plan es un sueño]. Se entregó a él con tesón, rigor y pasión durante toda su vida demostrando, sea dicho de paso, una envidiable capacidad de organización (de la información y del proyecto). Y supo transmitir ilusión y provocar confianza, pues consiguió contagiar e implicar a numerosas personas que, de manera altruista y entregada, fueron aportando saberes, costumbres, palabras propias del entorno en el que residían.
Me reafirma en la creencia de que los trigos y los panes guardan la esencia de la dieta mediterránea, que no es sólo una forma de alimentarse sino también de relacionarse y convivir con el medio, tanto como el aceite y el vino, aunque éstos hoy en día gozan de mayor protagonismo.
Me sorprende que aún haya personas que minusvaloren su riqueza (cultural y alimenticia), que crean que las elaboraciones panarias tradicionales son pobres o humildes. Es cierto que aparecen pocas referencias en los recetarios antiguos, pero ello contrasta con la enorme variabilidad que se observa, simplemente, en la cuenca mediterránea. O quizás precisamente su principal valor resida en la alquimia que encierra el gesto aparentemente simple de mezclar agua y harina, en el conocimiento inmaterial y vivido que ha ido transitando durante milenios, en la palabra y en el gesto de todos y cada uno de los que nos han precedido, y en la imaginación y creatividad que acompaña a este proceso cotidiano y necesario.
Me entristece que la gente consuma baguette de gasolinera sin pararse a pensar en lo que ello conlleva a nivel alimentario y cultural.
Me ilusiona saber que yo puedo ayudar, aunque sea un poquito, a difundir el valor del pan y contribuir a que su conocimiento no se pierda.
Nota: puedes leer la extensa entrada dedicada al término pan, en el diccionario Alcover-Moll, clicando aquí (texto únicamente disponible en catalán)
martes, 25 de mayo de 2010
El verdadero valor del pan
Escrito por aprendizdepanadera
Etiquetas: cultura, historia, lingüística, tradición
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6 comentarios:
Sencillamente maravilloso, enhorabuena por esta entrada tan bonita. Me he emocionado al leerla. No sé si has leído "The handmade loaf" pero te encantaría; si no lo has hecho, te animo a que lo hagas, verás qué pasada. Me voy a leer la entrada del pan ipso facto :) Gracias por el descubrimiento.
Me ha encantado leer esta entrada. Lo que aprendemos contigo.
Un beso
Un crack n'Alcover!! Avui en dia amb tots els recursos dels que disposam no seríem capaços de dur a terme d'una labor titànica com la seva.
Una entrada molt interessant i alhora entranyable.
En referència al post de les magdalenes de carabassa, conseguires el llibret de receptes?
Aquesta setmana jo n'he fetes de poma i canyella.
Una abraçada,
Un placer siempre leerte, y más con esta entrada tan especial tan tierna y sentimental, en el fondo.
Con tu ilusión y tu tesón haces más que una pequeña aportación, a mi modo de ver...
I quin "homenet" Borja Moll, cuando ahora paso por sa Plaça d'Espanya" y veo la que fue su casa, no dejo de entristecerme.
oh gracias por vuestros comentarios, @Maestro Iban todo un placer tenerte por aquí. Prometo seguir investigando sobre el pan de Mallorca, en realidad me gana la curiosidad, así que un día de estos cuelgo algo sobre ello, en el Foro del Pan, ¿vale?
@Curra, Marci, Maribel: gracias por ser lectoras tan fieles y cariñosas.
@Maribel, pues no, no tengo el librito todavía :-(
Besos a los cuatro!
muy interesante el pan es algo que debemos cuidar ya que es alimento de primera clase
salut
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