domingo, 16 de mayo de 2010

aprendizdepanadera: etapa III



Hace un mes que fui a Barcelona al taller de Ibán Yarza, y por ahora he puesto en práctica sus recetas de pan de pueblo (blanco y con semillas de amapola), pan de centeno con frutos secos (orejones, pasas, nueces), pan de leche de hokkaido y scones. Desde que hice el curso estoy aplicando con buenos resultados las indicaciones de Ibán en cuanto a técnicas de amasado, foldings, boleado, sellado y formado final del pan, y además he preparado una masa madre que, tras seis días en la cocina, ahora ya reposa tranquila en la nevera. Estoy usando algunos moldes nuevos que me van estupendamente y, como podeis ver en las fotos, estoy haciendo 3-4 bolas por molde, con lo que se consigue un acabado más atractivo y también se puede manejar mejor el pan ya horneado. Además de mejorar en textura y sabor, si respeto los pasos a seguir y los tiempos de levado, los panes suben perfectamente, presentan una corteza estupenda y un interior esponjoso y de sabor delicioso. Estos panes aguantan más que los que hacía hasta ahora. Al cabo de los días continuan estando riquísimos-especialmente si los pasamos por la tostadora- y con un pan de leche y otro normal (blanco, integral o lo que sea) horneado durante el fin de semana, podemos pasar toda la semana.

Semana tras semana, voy asentando la forma de elaboración de estos panes, experimentando con varias levaduras (en el caso de los panes dulces), semillas y harinas; la última de ellas es una harina semi integral ecológica que comercializa la Asociación Puig de s'Alanar (entre Manacor y Felanitx), que compré en la Feria Ecológica de Santa María, y con la que preparé un pan integral con miel y avena (cuya cara superior se me quemó ligeramente, pues la rejilla del horno estaba algo alta ese día).

Podemos decir que estoy empezando la etapa tres del aprendizaje, si tenemos en cuenta que la primera etapa sólo utilizaba panificadora (aquí empezó todo, en el verano del 2007). En la segunda, en marzo del 2009, fui sustituyendo la panificadora por la masa de los cinco minutos, y con ella fui preparando distintos panes. A partir de ahora, intentaré hacer sólo pan amasado a mano.

Estoy muy contenta del recorrido que he ido haciendo desde que empecé a preparar pan en casa hasta ahora, y del horizonte que se abre ante mis ojos, pues sé que me queda otro tanto que aprender y eso me alegra e ilusiona muchísimo. Es cierto que voy poco a poco, en este camino de aprendizaje, pero es porque no tengo ninguna prisa, únicamente me planteo disfrutar de la cocina y de la cultura del pan, y porque además, desde hace un año, ando enfrascada en otra aventura: acordarme de vivir...



Regalo para un primer cumpleaños.
Ismael Serrano (Acuérdate de vivir)


Creerás que el tiempo pasa rápido,
que el buen recuerdo puede doler,

pero has venido a recordarnos

que no es tan malo crecer.


Verás que hay días con espinas
y que puede doler vivir,

pero recuerda que cada día

el mundo amanece en ti.


Vendrá el futuro a verte cualquiera de estos días.

Y tendrás en las manos lo que nunca tuvimos:

la esperanza de un mundo con los mares azules,

sin fieros huracanes o desbordados ríos.


No habrá hombres que mueran sin panes ni milagros.

Y en la pared de enfrente leerás que alguien ha escrito

un saludo de paz, un buenos días, un pájaro

con las alas abiertas para volar sin tino.


Cuando las sombras se alarguen

y te toquen con su manos

recuerda que siempre hay alguien,

alguien que te anda buscando

para pintar el futuro,

ya ves, alguien como tú

con quien compartir el vuelo

y emborracharte de luz.


Vendrá el presente a verte con hambre de futuro,
ese mañana incierto que algún día intuimos

que tú harás cercano, más humano y abierto,

más real, más igual, más justo y más limpio.


Será obligatorio escribir poesía
y la palabra amor, como si fuera vino,

tendremos que beberla obligatoriamente

con cada trozo de pan partido y compartido.


Quise escribirte una canción

para enseñarte a vivir,

eres un recién llegado

y yo ya soy tu aprendiz...

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