martes, 16 de octubre de 2012

WBD 2012

Para participar en el World Bread Day (Día mundial del Pan) que se celebra hoy en todo el mundo, he preparado unos panecillos de queso de cabra y tomate seco, receta aparece en el calendario Thermomix 2013.

Esta celebración, que empezó en 2006, pretende que, por un día, el pan sea el protagonista de los blogs culinarios de todo el mundo.

Es una elaboración sencilla y recién sacados del horno estaban deliciosos...

Panecillos de queso de cabra y tomate seco
Masa
250 gr de leche
20 gr de levadura prensada
500 gr de harina de fuerza
50 gr de aceite de oliva
10 gr de azúcar
5 gr de sal

Relleno
Media cebolla
Ocho tomates secos
1 diente de ajo
1 huevo
250 gr de queso de cabra
50 gr de otro queso, al gusto

Entibiar la leche con la levadura, 3 minutos, 37º, velocidad 2.
Añadir el resto de ingredientes y amasar 3 minutos, velocidad espiga.
Retirar la masa del vaso y dejar reposar hasta que doble su volumen, tapada con un paño.
Pasado ese tiempo preparar el relleno. Introducir primero en el vaso la cebolla, el tomate seco y el ajo, y triturar 4 segundos velocidad 4.
Bajar los ingredientes de los laterales y agregar los quesos y el huevo. Mezclar 20 segundos a velocidad 4.
Extender la masa en la mesa enharinada, formando un cuadrado o un rectángulo, hasta que tenga un grosor de 3-4 mm, y repartir el relleno con ayuda de la espátula, sobre toda la masa.
Enrollar la masa y cortarla en rodajas iguales.
Colocarlas en una bandeja y dejarlas reposar unos 20 minutos para que vuelvan a crecer.
Hornear 20-25 minutos a 200º C.
World Bread Day 2012 - 7th edition! Bake loaf of bread on October 16 and blog about it!

miércoles, 3 de octubre de 2012

Rencuentros



Hoy he empezado el Certificado Intermedio de Pastelería en Le Cordon Bleu. Realmente ha sido un día emocionante y feliz....

He podido reencontrarme con Lidia y Carlos, dos compañeros del nivel básico que también han decidido seguir en la Escuela -y junto a los que seguro aprenderé un montón- así como con otros alumnos de otros niveles tanto de Cocina como de Pastelería, que siguen su aprendizaje en la escuela.

También he sentido una gran alegría al volver a ver a los chefs, al recorrer las aulas, al lucir nuevamente mi uniforme y abrir mi maletín de utensilios, incluso al reencontrarme con mi taquilla, el asiento de la primera fila, el hueco de la nevera, la kitchen aid...

Y además he podido reencontrarme conmigo misma y con la sensación de felicidad, de privilegio, de maravilla que supone estudiar en esta Escuela.

Este primer día ha sido muy gratificante. Hemos empezado el curso con el chef Nicolás que nos ha comentado el sentido global del nivel Intermedio en el que una vez puestas las bases al alumno, se dedica a postres de restaurante, tarta moderna, confitería y chocolate. Un temario espectacular del que espero enseñar algo por aquí, no tengo intención de hacer crónica diaria como hice durante el curso básico, pero sí escribir algunas reflexiones sobre lo más relevante del aprendizaje, tanto técnico como personal.

Durante esta primera clase hemos conocido con detalle el campo de los babas, savarines, bouchons y kouglofs, unas masas a medio camino entre los bizcochos y los brioches que una vez horneadas, se emborrachan completamente de almíbar al ron. Nos ha hablado de la historia de estas elaboraciones y nos ha enseñado a preparar el tradicional Savarin de frutas, que se rellena con crema diplomática y va decorado con frutas frescas. Y también una versión moderna con almíbar de mandarina y té, decorado con chantilly de chocolate y láminas de chocolate, simplemente espectacular!

En la práctica he preparado el Savarin de frutas que aparece en la foto. No es un postre perfecto, pero el chef ha valorado como correctas tanto la masa como la crema diplomate, y sobre la decoración simplemente, o como siempre, ha advertido que debo mejorar la regularidad del laminado de las manzanas.
Es cierto, pero yo francamente me siento bien satisfecha con el resultado de este primer día.

Me he sentido más relajada y centrada en la tarea de lo que estuve en el primer día del curso básico. He recordado bien cantidades y procesos de trabajo que aprendimos en el anterior curso. Me he movido con agilidad en espacio y tiempo de trabajo. Y como ya me habían advertido las compañeras que han cursado Intermedio, he trabajado con menos presión, con más placer, que las clases de nivel básico.

Pero sobre todo he sentido la alegría de estar viviendo una experiencia excepcional, la curiosidad de querer seguir aprendiendo, el orgullo de haberme atrevido a saltar de nuevo mis límites, la pasión por continuar avanzando y perfeccionando técnicamente, la gratitud hacia la vida por un camino maravilloso que poco a poco me va desplegando.


What else is possible?