
Nos cuenta la wikipedia que la magdalena de Commercy debe su nombre a una joven criada llamada Madeleine Paulmier, que en 1755 elaboró estos pastelitos para el rey de Polonia Stanislas Leszczyński, que tenía un palacio en la localidad. Otras fuentes relacionan las magdalenas con la época de los peregrinajes a Santiago de Compostela, y concretamente con una joven llamada Magdalena que habría servido a los peregrinos unos pastelitos en forma de concha, símbolo de este peregrinaje. Las magdalenas se habrían extendido a lo largo de los caminos de Santiago, lo que explicaría su tradicional implantación en España.

Toda esta introducción viene a colación de una pastelería francesa llamada La Madeleine de Proust que se encuentra situada en el 17 de la calle Anibal, en pleno barrio palmesano de Santa Catalina (antes estaba cerca de Cort). Aunque todavía no he asomado por allí, hace un tiempo que me llegan campanas de las cosas ricas que preparan. Y después de ver este vídeo me apetece aún más perderme por la tienda y ¿¡porqué no soñar!? con un poco de suerte también me dejen visitar el obrador. Me gusta cuando el propietario dice: "El pan tiene que reposar. Es como el ser humano, nace y tiene que crecer, no lo sabe todo de golpe." Filosofía panadera en estado puro :-)
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