Ingredientes: 240ml agua, 3 c/s aceite oliva virgen extra, 1 c/c sal, 1 1/2 c/c azúcar, 450g harina de fuerza, 1 sobre de levadura de panadería maizena (2 c/c), 3 c/s grana padano rallado, 1/2 c/s orégano. Leyenda: cucharadas soperas (c/s) y cucharaditas (c/c)
Elaboración: añadir los ingredientes en la cubeta de la panificadora en el orden en el que aparecen en la receta. Exceptuando el queso y el orégano que lo agregaremos entre la harina. Conectar el programa de amasado/masas subidas. Sobre la placa el horno, estirar la masa dándole una forma ovalada. Presionar la superfície de la masa con la punta de los dedos. Dejarla reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente. Rociar la foccacia con aceite de oliva, espolvorearla con sal y salpicarla con agua. Volver a presionar la superfície de la masa con la punta de los dedos. Precalentar el horno a 200º. Hornear durante 20-25 minutos. Dejar reposar la focaccia sobre una rejilla para que se enfrie. Se puede tomar tibia o fria.

Resultado: una masa crujiente y sabrosa, es cierto, pero nada que ver con una foccaccia. Entono el mea culpa porque obviamente no es problema de la receta, sino de esta 'aprendiz de panadera'.
Para la próxima focaccia -porque pienso volverlo a intentar, aunque suene a amenaza- seguiré esta otra propuesta de focaccia de aceitunas negras, tomates cherry y orégano, made in Iker Erauzkin, por gentileza del blog Juguem a cuinetes. Deseadme suerte :-)
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Saludos, aprendizdepanadera